Menos del 37% de los bebés son amamantados y advierten sobre los riesgos para la salud
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, estuvo en Tandil brindando una charla abierta al público el pediatra Antonio Morilla, referente internacional en la temática. El encuentro se realizó en la antevíspera a las 18 en la sede de Osde, en Santamarina 451.
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El profesional explicó que hace 25 años que se conmemora la Semana de la Lactancia Materna y cada año, hay un nuevo lema. En este caso es “construyendo alianzas para proteger la lactancia, por el bien común sin conflictos de interés”.
En ese contexto, explicó que en el mundo, el tercer mercado que mueve más dinero es el de la alimentación infantil. Se trata de grandes monopolios que “a través de mensajes subliminales o directamente hacia la comunidad hacen dudar a las madres de que la leche materna es de inferior calidad que los alimentos que ellos venden”.
Publicidad
engañosa
En diálogo con El Eco de Tandil, el doctor Morilla expuso que “en los años ‘40, ‘50 comenzó al promoción de esta leche de fórmula, como que era superiores y que iban a tener una nutrición más sana los chicos que recibían esa leche, y no la de su madre. Actualmente lo vemos cuando hacen promoción de leche y dicen que tienen omega 3, que los chicos van a ser intelectualmente más capacitados los que reciben una leche extra o fortificada”.
En contraste, enfatizó que la leche humana “tiene todo eso y más”.
Pero manifestó que esa publicidad “engañosa” atenta contra el Código Internacional de Regulación para Publicidad Engañosa, pero “las empresas lo violan permanentemente”.
“Si bien este código está contemplado por la Constitución Nacional en el artículo 74 y en todo lo que tiene que ver con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, como las empresas solo reciben sanciones morales, no hay una sanción económica importante, siguen cometiendo las mismas infracciones”, cuestionó.
Y agregó que “sacan propagandas de leche en las revistas, en los diarios, se venden en cualquier lado sin receta. Es una leche medicamentosa, reemplaza algo humano. Si la hormona que reemplaza a nuestra tiroides la tenemos que comprar en una farmacia, esa leche se tendría que vender exclusivamente en farmacias, no en el almacén de la esquina”.
Explicó que son leches que van “en reemplazo de una función de nuestro organismo, la otra es que los visitadores médicos le hacen el regalo a los médicos o a las madres, la primera muestra te la regalo, después te la vendo, o propagandas utilizando un bebé, eso es publicidad engañosa”.
Las dudas
instaladas
También explicó que el chupete que tiene cien años, lo que hace es “calmar el hambre, y también interfiere con la lactancia. Todo hace que la madre dude, si el chico llora le tapó la boca con una goma, cuando el chico se calmaría mejor con la teta, porque lo que le está pidiendo a la madre es que le dé la teta”.
Lamentó que ese tipo de publicidades tiene efecto en “la gran mayoría de las mujeres” y en ese contexto, indicó que el Organismo Mundial de la Salud propuso que al menos el 50 por ciento de los chicos lleguen a los 6 meses con lactancia materna, y en este país no llegamos al 37 por ciento, 42 en algunas zonas del país.
“Todavía estamos muy por debajo. Antes se buscaba lograr que al menos el 80 por ciento sea amamantado, ahora esperamos llegar al 50 por ciento. Es muy poco”, afirmó.
Un largo
camino
Por otra parte, aseguró que “el niño que no recibe pecho es un chico que se enferma mucho más, que tiene un 50 por ciento más de riesgo de tener infecciones de oído, mayor incidencia de enfermedades de linfoma de Hodking, de apendicitis, infecciones de tracto urinario, enfermedades respiratorias, alergias, mayor riesgo de que la celiaquía sea más grave, mayor riesgo de obesidad, menor coeficiente intelectual, menor inteligencia, a todo eso te lleva la leche de fórmula”.
“Trabajo en el tema de lactancia hace más de 20 años, y noto que ha habido mejorías, cambios culturales y se ve más la mujer amamantando en la calle, pero igualmente nos falta un largo camino por recorrer”, avizoró.
Proteger la lactancia
“La leche de fórmula es el experimento más grande que se hizo en seres humanos, sin ninguna firma, sin ningún compromiso de las empresas. Cada vez dicen que le van agregando más cosas, pero ya la leche humana las tiene. Cuando hablamos de micronutrientes la leche humana ya los tiene, siempre el mercado va detrás de la realidad, pero la realidad supera totalmente porque la leche es un elemento vivo”, destacó.
Y añadió que “no hay que considerarlo como algo meramente nutricional sino que es de gran impacto a nivel de todo lo que es desarrollo mental y cognitivo del ser humano. Hay que construir alianzas protegiendo la lactancia”.
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