Hezbollah declara la guerra a Israel
JERUSALEN.- Un día después de que se conociera la muerte de Imad Mughniyeh, presunto jefe de operaciones del grupo terrorista Hezbollah, Israel puso ayer en alerta máxima a su ejército y a sus embajadas en todo el mundo, y reforzó la frontera con el Líbano, ante el temor a atentados o una ofensiva de esa organización, que amenazó al Estado judío con una “guerra abierta”.
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Israel también advirtió a sus ciudadanos en el exterior que estuvieran alertas ante posibles ataques o secuestros, después de que el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, llamó a sus seguidores a vengarse de la muerte de Mughniyeh atacando blancos israelíes en el extranjero.
También Irán -principal apoyo de Hezbollah-, el grupo palestino Hamas y la red Al-Qaeda en Irak llamaron a cometer ataques contra blancos judíos.
El gobierno de Israel negó que hubiera tenido algo que ver con el asesinato de Mughniyeh, que murió el martes pasado en Damasco, al explotar una bomba adosada a su auto. No obstante, fuentes militares israelíes se negaron a confirmar o desmentir la participación de su país en el ataque.
Pese a que nunca lo reconoció oficialmente, se cree que la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, ha matado a numerosos extremistas en operaciones en el extranjero. El gran interés que tenía Israel en ver a Mughniyeh muerto hizo que ayer todos los dedos acusadores apuntaran a ese país.
Entre otros ataques, Mughniyeh era acusado de haber planeado los atentados contra la embajada israelí en Buenos Aires, en 1992, y contra la sede de la AMIA, en 1994. También era señalado por Israel como el organizador del secuestro de dos soldados israelíes en la frontera con el Líbano, en 2006, lo que desató la guerra de mediados de ese año con Hezbollah.
Uno de los terroristas más buscados y escurridizos del mundo, Mughniyeh, de 45 años, también era acusado por Estados Unidos de haber planeado los atentados suicidas de 1983 contra la embajada norteamericana y un cuartel de ese país en Beirut, que dejaron más de 300 muertos. Washington, que también celebró su muerte, ofrecía 5 millones de dólares por su cabeza.
“Ustedes mataron a Imad Mughniyeh fuera del territorio natural de la guerra [por el Líbano]; han atravesado la línea roja. Sionistas, tengo una palabra para ustedes: si quieren este tipo de guerra abierta, la tendrán”, amenazó ayer Nasrallah, en un mensaje grabado, durante el funeral de Mughniyeh en Beirut. “La sangre de Mughniyeh anuncia el fin de Israel”, agregó Nasrallah, que se encuentra oculto desde el fin de la guerra de 2006.
En un indicador de los estrechos lazos que unían a Mughniyeh con Teherán, el canciller iraní, Manuscher Mottaki, se trasladó ayer a Beirut para asistir a su funeral y leer un mensaje del presidente Mahmoud Ahmadinejad. “La sonrisa de satisfacción en las caras de los sionistas criminales no permanecerá por mucho tiempo. Millones de Mughniyeh están listos a unirse a los combatientes contra los ocupantes”, señaló Ahmadinejad en el mensaje.
Por su parte, el presidente del Parlamento iraní, Ghollam Reza Haddad, advirtió que “el futuro de la entidad sionista será peor que su presente”.
También el jefe de Al-Qaeda en Irak, Abu Omar al-Baghdadi, llamó a atacar a Israel, y propuso usar el territorio iraquí como “plataforma de lanzamiento” para tomar Jerusalén.
Y Hamas, que controla la Franja de Gaza desde el año pasado, instó al mundo musulmán a “levantarse para enfrentar al demonio sionista”.
Alerta
En respuesta a estas múltiples amenazas, las embajadas e instituciones judías de todo el mundo fueron puestas en alerta, y se reforzó la seguridad en aviones y barcos israelíes. La oficina del premier Ehud Olmert advirtió a los israelíes de viaje o residentes en el exterior que tomaran medidas de precaución ante posibles secuestros, y recomendó a sus ciudadanos no viajar a países árabes o musulmanes.
También fueron puestas en alerta máxima las fuerzas armadas, y se reforzó la frontera con el Líbano.
El analista israelí Ephraim Kam dijo que era probable que Hezbollah respondiera a la muerte de Mughniyeh con un gran atentado en el exterior, como el de la embajada de Israel en Buenos Aires. El experto recordó que ese ataque ocurrió un mes después de que Israel matara al entonces líder de Hezbollah, Abbas Musawi.
Agencias AP, ANSA, Reuters y AFP
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