El maravilloso tesoro de Europa
Un lugar sinigual. Único. En donde la humanidad tiene posada su mirada desde hace mucho tiempo. Un lugar con muchos tesoros. Se trata de Europa. No el continente, sino una de las cuatro lunas descubiertas por el inolvidable Galileo allá por 1609, momento en que apuntó al cielo un instrumento inventado por un holandés. Ni más ni menos que el telescopio.
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Junto a Calixto, Ganímedes e Io, conforman las cuatro lunas “Galileanas”. Las cuatro más grandes de las varias decenas con que cuenta el gigante del sistema Solar. Pero de las cuatro, sin duda alguna, Europa es la que más nos atrae, la que más nos invita a soñar en viajar algún día a dicho lugar. ¿El motivo? Contiene un tesoro invaluable: agua en estado líquido. Y en enorme cantidad. Si bien esta luna es algo menor a la terrestre, todas las evidencias indican que la cantidad de agua líquida que contiene equivale al menos a dos veces la existente en todos los océanos de la Tierra. ¿Impresionante, verdad?
Este inquietante lugar de nuestro barrio cósmico, está cubierto de una corteza de hielo de aproximadamente un centenar de kilómetros y todas las evidencias indican, hasta el momento, que por debajo de la misma existe un enorme océano de agua líquida.
El hecho del estado líquido implica que la temperatura de Europa en su interior es superior a la existente en la superficie. Esto puede estar siendo provocado por las denominadas fuerzas de marea que Júpiter le provoca a esta luna (en otras palabras, los “tire y afloje” gravitacionales) o incluso generado por el núcleo del mismo satélite. El hecho sobresaliente es que este calor en un mar líquido de agua abre las más grandes expectativas en cuanto a la posibilidad de hallar algún rastro de vida.
Por lo expuesto, es que Europa siempre ha sido (y lo seguirá siendo) un lugar preferencial en cuanto a las expectativas de estudio. Fue así que en un lapso de 15 meses, un grupo de astrónomos del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial Hubble en Baltimore, Estados Unidos, estuvo analizando el paso de Europa por delante de Júpiter en unas 10 ocasiones. El objetivo era analizar la posible existencia de atmósfera en esta luna. Resulta que cuando un satélite con esta cualidad pasa por delante del planeta, la luz reflejada por éste atraviesa la atmósfera y es así que, en función de la manera en que la luz puede alterarse, es posible estudiar la capa de gases. Lo que encontraron fue que en tres de esas 10 ocasiones, se observaban algo así como géiseres, “plumas” de agua en el hemisferio sur de Europa cuya altura alcanzaban los 200 kilómetros respecto de la corteza helada. Se trataría entonces de una nueva evidencia indirecta del océano líquido que esta luna guardaría bajo siete llaves. Una de las cuestiones más interesantes de este hallazgo es que un fenómeno muy similar fue detectado en 2012 por otro grupo de investigadores del Instituto de Investigación del Sudoeste, en San Antonio, Estados Unidos. Y lo habían realizado con una técnica distinta a la de este nuevo estudio. Es aquí donde estos resultados cobran mayor vuelo. Resultados similares con dos técnicas completamente diferentes.
Una de las cuestiones más impactantes de estas investigaciones es que con la existencia de estas plumas de agua, podríamos tener la posibilidad de estudiar el líquido vital de Europa sin necesidad de aterrizar sobre su corteza y proceder a su perforación lo cual, como es de imaginar, implica una misión realmente extraordinaria.
Este trabajo será publicado este jueves 29 de septiembre en la prestigiosa revista Astrophysical Journal. Mientras tanto, posibles misiones a Europa continúan en planes de diseño tanto en la NASA como en la Agencia Espacial Europea. Es que se trata de un lugar realmente increíble. Uno de los lugares con más potencial, por lejos, para encontrar lo que tanto ansiamos: vida más allá de nuestro planeta azul.
* Director de Gestión Planetario Ciudad de La Plata
Licenciado en economía de la Universidad de Buenos Aires y Doctor en Economía (Ph.D.) por la Universidad de Michigan (EE.UU.). Director del Instituto de Economía de la Unicen. Profesor full-time en la UTDT y director del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) - UTDT.
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