Efectivos del Cuartel de Bomberos local colaboran en distintas tareas en la provincia
El jefe del Cuartel de Bomberos de Tandil, José María Tellechea, no lo disimula. Y es el orgullo que siente por sus hombres, que permanentemente son llamados desde otros puntos para aportar su experiencia y valor en distintos hechos que suceden en distintos puntos del país y la provincia de Buenos Aires.
Esta vez ha sido la quema de pastizales en el Delta lo que ha convocado el aporte de agentes tandilenses que no quedan ajenos a esta problemática que acta a gran parte del país, de una u otra manera.
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Es el propio Tellechea quien comienza contando cómo surge la suma de efectivos tandilenses a la lucha contra el fuego que hace más de 20 días, afecta a gran parte de la población, con terribles pérdidas, entre las que se cuentan pérdidas de vidas humanas y una catástrofe para el medio ambiente, además de la economía en general.
?Recibimos una orden de servicio de la Dirección de Bomberos de La Plata, en la que nos solicitan apoyo para combatir los incendios en el Delta del Paraná, por lo que concurrieron dos efectivos del cuartel de Villa Italia?, contó el jefe de Bomberos agregando que ?Cuando llegaron, ya se habían quemado cerca de 70 mil hectáreas, con la presencia de alrededor de 500 focos?.
A machete y látigo
Luego del reconocimiento previo, los efectivos se abocaron a las tareas de extinción. ?Llegaron hasta algunos de lo focos, los que se ubicaban luego del sobrevuelo de aviones del Ejército y de la Dirección Aérea de la provincia de Buenos Aires. Transcurrido dos días, nos solicitan que enviemos una segunda dotación de refuerzo para relevar al personal que se encontraba allá?.
Sobre las tareas de extinción del fuego, relató Tellechea que se realizan, por el lugar, con mochilas, látigos y machetes. ?Es una tarea netamente manual, debido a la superficie del terrrenos, son terrenos a loa que no se puede ingresar con ningún tipo de vehículos sino caminando y realizando tarea manual pero con el apoyo desde aeronaves y para llegar al lugar, de barcos de la Armada?.
Un orgullo
Así, luego de unos días de lucha sin cuartel contra el fuego, regresó a casa el subteniente Gustavo Tommasi, con una rica experiencia para contar, además de un gran cansancio ?pero al que están acostumbrados, además de preparados para ello?, aclara Tommasi.
?Llegamos a Zárate y nos confinamos en el club de Planeadores, donde funcionaba una base operativa, tanto para bomberos como para la policía, con quien trabajamos en forma conjunta?, comenzó diciendo el efectivo.
Los grupos, de siete personas, ?número elegido porque es la cantidad de personas que puede llevar un helicóptero militar. Cuando nos dejaban en el sector en el que teníamos que apagar el fuego, debíamos caminar mucho hasta poder llegar al foco mismo poder empezar a combatirlo?, relató Tommasi.
?El aire estaba muy denso para respirar?
Había mucho humo. ?Mejor dicho, muchísimo humo por lo que era muy difícil poder abrirse paso, casi sin poder ver qué había adelante nuestro, abriéndonos paso en zonas muy pantanosas hasta poder ubicar el foco que teníamos que combatir?, dijo.
Los suelos pantanosos dificultaban la llegada y la tarea. ?Si caminábamos 300 metros parecía que estábamos caminando 700, por el trabajo que daba. Los suelos eran muy pantanosos y esa era una de las causas que provocaban tanto humo. Era muy dificultoso respirar, el aire parecía estar muy denso, casi irrespirable?.
Lo mismo, pasaba en las ciudades cercanas. ?En Zárate, el humo bajaba y también, era como estar en el medio del incendio. Se hacía muy difícil respirar y todo era muy complicado también en la ciudad?.
Aprendizaje y desafío
Un verdadero intercambio realizan los bomberos cuando la emergencia lo amerita. Siempre pueden, contar el uno con el otro, no importa a qué cuartel pertenezca. Si es necesario, ahí van.
Sobre la experiencia en un terreno distinto, Gustavo Tommasi dijo que ?hago esto por vocación, realmente no lo siento como un trabajo sino como un servicio y eso hace que me adapte a cualquier circunstancia. Siempre se aprenden cosas nuevas y siempre hay experiencia para aportar. Es un intercambio constante entre nosotros, cuando estamos juntos allá, en medio del fuego y el humo, donde no se pude descuidar nada y es un permanente desafío?.
Caso Julio López
No sólo para los incendios, en este caso del Delta, son requeridos los efectivos tandilenses sino también para otras tareas, como para el reconocimiento de terrenos y el trabajo de buzos.
Este es el caso del teniente primero, Mauricio Filippetti, quien junto a otros dos efectivos fueron convocados para colaborar en el rastrillaje de arroyos de la ciudad de Los Hornos, en una búsqueda que se realizó de los restos del desaparecido Julio López.
Sobre los resultados de la experiencia, dijo que fue muy interesante. ?Se encontraron huesos y sobre ellos, se harán estudios pertinentes para determinar si son humanos o de animales?.
Acerca de la experiencia vivida, manifestó que todo ?esto sirve para seguir creciendo en nuestra carrera y sobre todo, para que nuestro director sepa que aquí hay gente capacitada y es por eso que recurren a nosotros, acá en Tandil, en el ámbito de lo que es buceo e incendios forestales. Bomberos es una gran familia y siempre estamos dispuestos a colaborar con quien lo necesite y cuando lo necesiten?.
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