Con emoción, se conmemoró el XXVI aniversario del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea
Irremediablemente, el recuerdo del último aniversario y lo sucedido aquel día en que el Mirage del primer teniente Marcos Peretti se estrelló, luego de su pasada sobre la formación que tributaba homenaje, estuvo presente, más que nunca, en la VI Brigada Aérea.
Fue ayer, en la ceremonia en la que se conmemoró el XXVI aniversario del Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea en la Guerra de Malvinas, cuando dieron las doce, en un mediodía fresco y apacible, con sol brillante, muy distinto al del año pasado, en el que el día gris y un cielo nublado, acompañaron la tragedia.
En ese marco de gran emotividad fueron recordados también el mayor Gustavo Argentino García Cuerva, quien cayó en su Bautismo de Fuego, un 1 de mayo, hace 26 años, igual que el capitán José Leonidas Ardiles, pertenecientes ambos a la VI Brigada Aérea, donde son permanentemente recordados.
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Ceremonia y presencias
La ceremonia contó con la presencia de distintas autoridades municipales, educacionales, fuerzas de seguridad y representantes de distintos organismos, entre quienes se encontraban además del jefe de la Sexta Brigada Aérea, comodoro Rafael Nieto; el vicecomodoro Roberto Andreasen, el obispo de la diócesis de Azul, monseñor Hugo Salaberry; el comandante de la Primera Brigada Blindada, general de Brigada Eduardo Lux; el jefe del Arsenal Naval Azopardo, capitán de Fragata Guillermo Pouyade; el vicecónsul de España, Manuel Martínez Martínez; el senador provincial, Néstor Auza; el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik; el secretario de Gobierno, Marcos Nicolini, además de directores de diferentes áreas y concejales.
El acto dio comienzo con la presentación de los efectivos al jefe de la VI Base Aérea, comodoro Rafael Nieto, para proceder seguidamente a la entonación de las estrofas del Himno Nacional, ejecutado por la Banda del Comando de la Primera Brigada Blindada.
A continuación se ofició una misa de campaña, a cargo el obispo de la Diócesis de Azul, monseñor Hugo Salaberry, en la que fueron recordados los tres pilotos mencionados, además de todos aquellos que intervinieron en el conflicto del Atlántico Sur.
El discurso
Luego, el jefe de la VI Brigada Aérea pronunció un discurso, en el que recordó que el de ayer fue un día muy especial para la Argentina, porque ?en la madrugada del 1 de mayo de 1982, los ataques y bombardeos que nuestras islas comenzaron a recibir, obligó a que la Fuerza Aérea tuviera que afrontar su Bautismo de Fuego, frente a un instrumento militar con mayor tradición en la participación de contiendas bélicas?, agregando que ?gracias al accionar de los hombres del aire, aquel 1 de mayo está inscripto con letras mayúsculas en la historia de nuestra institución y eso lo ratifica el protagonismo que obtuvo aquella epopeya aérea atrayendo la atención mundial?.
Más adelante en su discurso, agradeció ?a los veteranos de guerra, a todos y a cada uno de los que participaron y conformaron a la entonces Fuerza Aérea Sur, desde su comandante al último soldado, independientemente del lugar, labor o rol desempeñado durante aquella lucha?.
Resaltó en otro pasaje que la Argentina ?continuará bregando por la recuperación de las Islas Malvinas, mediante el desarrollo de las negociaciones diplomáticas, acciones éstas, que la Fuerza Aérea apoya firmemente y confía en que en un futuro podamos celebrar el retorno de esas tierras insulares a la potestad del Estado nacional?.
Agregó que ?no deben quedar dudas: nadie debe quedar excluido del esfuerzo que la hora exige, recreando para ello un horizonte profesional que incentive el deseo de crecer dentro de la institución, basándose en la reafirmación de los valores esenciales en la vida militar, tales como la disciplina, el respeto a la autoridad y el sentido del deber. Ellos son verdaderos retos que demandan una elevada dosis de energía y creatividad en la búsqueda de soluciones para enfrentar con optimismo este desafío, ya que tenemos un glorioso pasado que nos obliga proyectarnos, con renovada vocación, al nuevo milenio?.
Para finalizar, tuvo lugar el toque de silencio, tras lo cual, los presentes procedieron a desconcentrarse.
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