Cómo afrontar el estrés de fin de año
Al final del año solemos cargar con una expectativa tan elevada que la gente se siente exigida y presionada a realizar lo que se ha propuesto y, de ese modo, termina por estresarse.
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El estrés en sí mismo no es un fenómeno negativo. Una cantidad regulable resulta, incluso, necesaria para activar y motivar a encarar determinadas situaciones, o movilizar hacia el logro de ciertas metas u objetivos.
Para sobrevivir, se necesita adaptarse al estrés. Pero, muchas veces, un estímulo excesivo sobrepasa la capacidad de adaptación y, como consecuencia, la salud y calidad de vida pueden verse afectadas.
Guía de síntomas
Depresión o ansiedad, dolores de cabeza, alteraciones en el ciclo menstrual, alteraciones del sueño, trastornos gastrointestinales, problemas en la piel, uñas o cabello, disminución de la libido, nerviosismo, palpitaciones y contracturas musculares son signos de distrés o estrés negativo.
Este tipo de estrés afecta al sistema inmune y lo vuelve ineficaz. Influye en el desarrollo de patologías a las que se está predispuesto por genética y torna vulnerables a contraer infecciones o a tener accidentes.
Cómo relajarse
Para bajar el nivel de estrés nada mejor que darse un espacio para elevar el autoconocimiento:
* Aprender a reconocer y atender las necesidades y deseos, para ubicarlos en una escala de prioridades.
* Fomentar el desarrollo de la humildad. Tomar conciencia de los límites y renunciar a lo que excede la capacidad de afrontamiento, al menos en el corto período que separa del final del año.
Escribir para organizarse
Una pequeña tarea que puede ayudar a encarar este período sin estresarse es la de cortar papelitos y escribir en cada uno de ellos algo que se considere importante realizar antes de la campanada de las doce.
* Una vez escritos, poner los papelitos sobre la mesa y ordenarlos de acuerdo a sus prioridades y probabilidades concretas de realización adjudicándoles luego un número de orden.
* Evaluar si se quiere descartar alguno o guardarlo para el año próximo.
* Al dorso de cada uno consignar alguna estrategia que se ocurra para llevarlo a cabo o una fecha probable de realización.
* Colocar luego los papelitos en una caja o sobre e irlos eliminando a medida que se ha ocupado de ellos.
Escribir es siempre una forma de descarga que permite visualizar el panorama general y ayuda a organizarse mejor.
En síntesis…
En lugar de preocuparse por lo incontrolable y usar una valiosa energía en lo que no brindará ninguna solución, ponga la fuerza en controlar lo posible. Y felicítese por cada uno de sus logros. (Fuente: licenciada Alicia López Blanco, psicóloga clínica.
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