Con una doble apuesta al repertorio, se presentó la segunda Gala Lírica
El sábado por la noche, el Rotary Club Tandil realizó la segunda edición de la Gran Gala Lírica con la soprano Patricia Deleo y el tenor Santiago Sirur, acompañados por el piano y la dirección de Gabriel Vinker. Fue una noche única en la que redoblaron la apuesta con el repertorio más expuesto con una primera parte de ópera y una segunda, más variada y popular. El evento fue a total beneficio del Hospital de Niños Debilio Blanco Villegas.
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En diálogo con El Eco de Tandil, los artistas explicaron sobre tu trayectoria y manifestaron la necesidad de divulgación de la ópera en las distintas ciudades del país.
-Bienvenidos nuevamente a la ciudad ¿Es la segunda vez que están en Tandil?
Santiago Sirur: -Sí, estuvimos el 1 de abril también para la primera Gala Lírica. La repercusión que tuvimos fue muy buena y fue un poco como una prueba con esta propuesta que lanzó el Rotary con una Gala a beneficio del Hospital que tuvimos la posibilidad de recorrer.
Además creemos que está bueno federalizar la ópera y es algo que nosotros venimos haciendo. La realidad que tenemos Buenos Aires, La Plata, algunos movimientos en Córdoba pero hay lugares donde la ópera no llega y la gente nos agradece porque muchas veces no hay propuestas. Creo que no hay una política de búsqueda de esos estilos sino que siempre se va a lo inmediato y, tal vez, hay otra gente que tiene ganas de ser parte de esto.
Por lo tanto gestionar este tipo de espectáculos y eventos, es sumamente importante y de gran trascendencia. Así que venir a una ciudad como Tandil que tiene un público tan ávido.
-¿Y puede ser que suceda esto porque se necesita de un teatro más grande que contenga a la ópera?
SS: -No. Hay una realidad que los grandes compositores componían para teatros de ópera pero hoy en día el mundo cambió así como también las posibilidades y hay un avance que también nos alcanza a nosotros. Justamente ese avance es el que hace que una persona pueda escuchar algo en una sala más chica y hay muchas posibilidades que van más allá de la sala de teatro convencional.
-Cuéntenle al público sobre ustedes…
Gabriel Vinker: -Empecé a tocar el piano de oído, algo que no es tan típico. A los 18 años ingresé al Conservatorio Nacional donde terminé la carrerea y estudié en el Instituto Superior del Teatro Colón con Preparación Musical de Opera, la cual es como una especialización en todo este repertorio lírico. Con estas propuestas como la de hoy (por ayer) trato de abrirme a otras propuestas y tocar un bolero u otros estilos. Creo que todo se nutre de todo y los parámetros van cambiando pero la música es una sola.
En lo personal, es un placer estar no solo con dos excelentes cantantes sino con dos amigos a quienes quiero muchísimo y que conozco hace muchos años así que es un placer hacer música con ellos.
Respecto a Tandil, es un honor venir a la ciudad de mi ídolo personal Juan Martín Del Potro (risas). Por lo tanto, de alguna manera, es como unir dos pasiones: tocar música y el tenis.
Patricia Deleo: -Por mi parte, tengo una hermana que es 10 años mayor y que es pianista, sumado a que mi papá era una persona que amaba la ópera y la música en general; por lo tanto desde que nací siempre se escuchaba de todo.
A los 18 años empecé a estudiar de forma particular pero es una carrera que lleva muchos años de formación. Luego ingresé al Conservatorio y, más tarde, gané una beca para el Teatro Argentino de La Plata para un ópera studio que es un perfeccionamiento que dura un año y medio; hasta que entré al Instituto del Colón. El estudio es continuo así como también la búsqueda de otros repertorios por lo tanto el año pasado saqué un CD de música argentina de compositores académicos. Es un mundo que me interesa muchísimo como es la música de Cámara universal y especialmente argentina. Actualmente estoy hurgando bastante en la música antigua que es la del Renacimiento y el Barroco y que tiene un estilo particular por lo que se necesitan ciertas condiciones técnicas.
-¿Y vos Santiago?
SS: -Yo soy cordobés y mi camino empezó por otro lado. Yo estaba bailando en un seminario de danza del Teatro Luz y Fuerza de Córdoba por lo que me formé inicialmente en canto. En 1998 tuve una audición para ingresar a la compañía de Pepe Cibrián por lo que trabajé en varias de sus producciones, entre ellas Drácula y El Jorobado de París. En esta última, “Pepito” me dio el reemplazo del personaje principal que era Quasimodo y quien lo había hecho anteriormente, era cantante de ópera.
A partir de ahí fue que comencé a formarme para poder abarcar ese rol y me empezó a gustar mi voz de ese modo. Por lo tanto dejé mi camino musical y busqué maestros que me formaran en ese estilo de música. Hace 10 años que ingresé al Instituto del Colón y luego me perfeccioné. También trabajé en el teatro San Martín haciendo dos trabajos teatrales pero siempre con la ópera metida en el medio. En el 2014 comenzamos a trabajar junto a Patricia y Gabriel para el ciclo de ópera de la embajada de Gran Bretaña.
Por otro lado, al igual que mis compañeros, hace muchos años que soy profesor de canto y me gusta muchísimo esa parte de la docencia por lo que todo en un punto vamos hacia allá.
-¿Es por una necesidad de transmitir?
SS: -Sí, y por el amor que sentimos por esto que hacemos. Además uno aprende muchísimo enseñando. Uno cuando da clases se encuentra con gente que se abre y quiere aprender porque creo que la gente está muy necesitada de arte. Es una expresión que sana el alma; pero no solo el canto sino todas las expresiones artísticas.
PD: -Por otro lado no ser condescendiente a la gente que con su labor artística o docente sino que el público tiene la posibilidad total de comprender y disfrutar todas las expresiones. Por lo tanto no hay que subestimar ya que un chico porque sea adolescente, no lo va a apreciar. Por lo tanto la tarea divulgativa tiene que ver en confiar y entregar todo lo que uno tiene en la mano porque la gente lo toma.
-¿Cómo es hoy el cantante de ópera?
SS: -Ya no está más el cantante que se para en el escenario a cantar y listo. Hoy tiene que actuar, interpretar y tiene exigencias muy altas.
PD: -Los cantantes más importantes del mundo son buenos actores, cantan muy bien y cuidan su aspecto físico.
-¿Pero el público se los exige?
SS: -Creo que sí. De hecho cuando Peter Mc Farlane nos convoca para hacer los espectáculos en la embajada, el trabajo era al lado del público y se está usando mucho. Por lo tanto el público se integra y la cercanía que tenemos con ellos hace que tuviéramos que buscar la parte actoral y de interpretación.
-¿Algo más que quieran agregar?
GV: -Sí, que me gusta mucho cuando vengo a ciudades como esta, revisar la historia porque estoy seguro que hace 100 años se hizo alguna ópera en el Teatro Cervantes. Sobre todo porque Argentina es un país muy operístico, probablemente por la inmigración italiana y española. El teatro Colón no se hizo de la nada sino que la ópera era el principal espectáculo de entretenimientos de Argentina y eso no excede las ciudades del interior. Por lo tanto es una expresión que no tenemos que perder y que hay que replicarla para mantenerla.
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